Delmer Manuel Vázquez originario de El Paraíso desde los 6 años, hace 30 años se trasladó con su familia a la Colonia San Francisco de Comayagüela, Francisco Morazán, en donde por muchos años alquilaron vivienda, después de mucho tiempo y ser testigo de cómo sus hermanos, un tío y una prima lograron obtener su propia vivienda con FUNDEVI, se animó a solicitar un préstamo para tener su casa, en donde además de establecer su negocio, tiene un techo seguro para su esposa y sus tres hijos.

Con orgullo, Delmer comenta que “desde el 2007, me dedico a la reparación de celulares y venta de accesorios, inicialmente trabajé para otras personas en distintos establecimientos del centro, hasta que decidí independizarme, y trabajar lo propio en la zona donde vivo, aquí todos me conocen y saben que mi trabajo es garantizado, por eso mi clientela ha crecido”.

 Comentó que “incómodamente establecí el negocio en la casa que ahora es nuestra, pero en aquel momento la alquilaba, los espacios no eran adecuados porque estaba diseñada solo para vivir, inclusive tenía muchos inconvenientes hasta para ser habitadas como el techo por donde se filtraba el agua cada vez que llovía, las puertas en mal estado y otros detalles, pero no teníamos otra opción así vivíamos y tampoco quise arreglarla porque no era el dueño”.

 “Por cinco años alquilamos la casa, hasta que el dueño nos la ofreció en venta, recordé como FUNDEVI ayudó a varios parientes y les pedí el número de contacto del asesor de crédito que les atendió, inmediatamente me comuniqué con Wilmer, quien en forma ágil gestionó mi primer crédito para la compra de la casa, eso fue una verdadera bendición para mi familia, FUNDEVI marcó un antes y un después en mi vida”

 “Con la seguridad que nadie nos podría pedir que la desalojáramos como anteriormente nos pasó, porque ya era nuestra, mi esposa y yo decidimos repararla y adecuar el espacio para mi negocio “YO REPARO”, eso impulsó más mi negocio y sin duda brinda seguridad para mis hijos, para invertir y vivir en forma digna, inclusive recientemente compramos un vehículo.

 “Siempre tuvimos la confianza en Dios que en algún momento tendríamos nuestra propia vivienda y así fue, la casa se la pedimos en oración hace más de cuatro años, pero todo llega en su momento, Dios mueve las piezas como él quiere y llegó el año pasado, como una Bendición en medio de la pandemia”.