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Doña Laura Marina Cardoza de Olanchito, Yoro; es una madre soltera que crio a sus hijos lavando y planchando ropa ajena, ahora gracias a su incesante esfuerzo por salir adelante, además de trabajar en la cocina de un hospital público, presta el servicio de comida para eventos especiales, y en este año, después de los obstáculos que tuvo en otra financiera, FUNDEVI, le brindó la oportunidad de contar con su propia vivienda, donde vive felizmente con una de sus hijas y su hermana especial, que la considera como una hija más, que la inspira a seguir adelante cada día.

Con un sentimiento de resentimiento doña Laura relata que “hace más de 12 años, suscribí con un banco un contrato de alquiler con la opción a compra de una casa, y aunque la propiedad no contaba con las condiciones para ser habitada; le faltaba el cielo falso, los balcones, la pila y varias reparaciones, con la ilusión de que en algún momento sería la dueña, empecé a arreglarla, invirtiendo todo lo que podía en su momento, y cuando ya estaba en la capacidad de comprarla, me informaron que ya estaba vendida a otra persona, por un precio mayor al pautado conmigo, de un día a otro me desalojaron”.

La señora Cardoza, continúo contando que “Lloré porque no tenía a donde ir, estaba desesperada rogándole a Dios que me iluminara, en ese momento, una prima me dio donde quedarme con mi familia, pero sabía que era algo temporal, así que empecé a indagar a donde podía mudarme y fue así como me enteré, por una vecina, de la venta de una casa y de FUNDEVI”.

“Mario, la persona que me atendió en FUNDEVI fue como un ángel caído del cielo en respuesta a mis plegarias” describió doña Cardoza quien explicó que “el asesor de crédito no solo me brindó la información, también me asesoró y se preocupó por ayudarme. Con la experiencia en la anterior financiera, tenía mucho temor, pero él me hizo sentirla confianza para asumir un compromiso de préstamo y me alentó a gestionar el préstamo, gracias a su guía ahora tengo mi casa”.

“Mi vida ha sido dura, con días de lluvia, momentos de incertidumbre y llanto, pero empiezo a ver el sol, y a mis hijas mayores están grandes y me apoyan, y gracias a la oportunidad que me brindó FUNDEVI estoy pagando mi propia casa, en donde me siento segura y feliz” contó

Finalmente concluyó diciendo que “Gracias a la positiva experiencia con FUNDEVI vencí mis miedos de afrontar un préstamo, y entendí que si uno es capaz de poder pagar un alquiler también puede pagar su propia vivienda, por eso siempre recomiendo a FUNDEVI porque me devolvieron la esperanza y la oportunidad de tener mi hogar”.

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